Los efectos psicotrópicos del cannabis y el estigma sociocultural del su consumo como droga de abuso han constituido una barrera para el desarrollo de investigaciones sobre el potencial terapéutico de estas sustancias. No obstante, estudios preclínicos y clínicos realizados han mostrado evidencias de que los cannabinoides naturales y sintéticos ejercen efectos terapéuticos, lo que muestra su potencial para el tratamiento del dolor.
Específicamente, en el sistema nervioso central, distintos estudios han señalado la potencial utilidad del cannabis como agente neuroprotector a través de diferentes mecanismos, que incluyen la acción antioxidante y la disminución y bloqueo de la liberación de aminoácidos y mediadores de la inflamación.
Como analgésicos, los cannabioides han sido utilizados en dolor sin etiología conocida, en dolores dependientes de patologías de nervio periférico, en dolores de causa inflamatoria, en dolores postraumáticos y en dolor crónico de tipo secundario causado por patologías crónicas, como cáncer.
A nivel científico se acepta que el mecanismo de acción farmacológico de los cannabinoides está relacionado con la presencia de receptores CB1 en las áreas espinal y supraespinal, que participan en el control de la nocicepción.
Existe evidencia científica de que el sistema endocannabinoide y el sistema opioide endógeno se encuentran relacionados y tienen efectos sinérgicos, ya que el sistema cannabinoide endógeno tiene la capacidad de potenciar la acción analgésica del sistema opioide, mediante la potenciación de los efectos analgésicos de los opiaceos.
Al administrar simultáneamente delta 9-tetrahidrocannabinol y morfina en dosis mínimas, se producen potentes efectos analgésicos, con mínimos efectos adversos secundarios. Este hallazgo permitió recomendar la utilización en ensayos clínicos de pequeñas dosis de morfina, combinada con Δ9-tetrahidrocannabinol, obteniéndose también efectos analgésicos potentes con mínimos efectos adversos.
También se han realizado ensayos experimentales que apuntan a la implicación del sistema endocannabinoide con la actividad analgésica del paracetamol y de otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos.
Para el caso del dolor neuropático y dolor crónico, se utiliza el cannabioide Levonantrolol Tetrahidrocannabinol + morfina, como potente analgésico con potente con evidencia científica.
Un importante antecedente del potencial de este cannabioide es la experiencia del investigador Ryan Quinlan, quien realizó un ensayo clínico aleatorizado controlado con placebo para determinar el beneficio de la Nabilona en el manejo del dolor y la mejoría en la calidad de vida en 40 pacientes con fibromialgia, y encontró que la Nabilona parece ser una opción beneficiosa, bien tolerada en el tratamiento para los pacientes con fibromialgia, con ventajas significativas en el alivio del dolor y la mejora funcional.
Fuente: Jairo Téllez Mosquera. “Marihuana, Cannabis, aspectos toxicológicos, clínicos sociales y sus potenciales usos terapéuticos”. Ministerio de Justicia y del Derecho, Dirección de Política de Drogas y Actividades Relacionadas
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