La Lic. en Nutrición, Natalia Falduti, explica la importancia de llevar a cabo una alimentación equilibrada y variada. Sumado a esto es importante un buen descanso y realizar actividad física.
Es importante que la alimentación parta de alimentos frescos y ricos en vitaminas y minerales.
El descanso debe ser suficiente. Un número de horas de sueño reparador favorece un óptimo funcionamiento de nuestros sistemas de defensas.
La actividad física aeróbica y de intensidad moderada debe formar parte de nuestra vida de forma regular y pautada.
Estos son algunos de los alimentos que se recomiendan para incidir favorablemente en nuestro sistema inmune:
• Ajo: es saludable por diferentes razones, colabora a disminuir la presión sanguínea, previene los resfriados y combate la fiebre por su concentración de compuestos de sulfuro de alicina.
• Almendras: la vitamina E que contienen es clave para un sistema inmunológico saludable.
• Arándanos: Tienen un compuesto flavonoide denominado antocianina, que le da su color oscuro, con propiedades antioxidantes y protectoras. Son especialmente valiosos para el sistema de defensa del tracto respiratorio.
• Batatas: contienen abundante beta caroteno, que a su vez aporta vitamina A, buena para la piel.
• Brócoli: aporta numerosos minerales y vitaminas entre las que se destacan la A, C y E, además de antioxidantes y fibra.
• Champiñones: el selenio, junto con las vitaminas B, riboflavina y niacina es uno de los componentes básicos para aumentar las defensas.
• Cítricos: limones, naranja, pomelos o mandarinas estimulan gracias a la vitamina C la producción de glóbulos blancos, claves para combatir infecciones.
• Espinacas: aunque tienen vitamina C, no es su principal propiedad. Se recomienda por sus antioxidantes y beta carotenos, que incrementan la capacidad del sistema inmune para combatir infecciones.
• Germen de trigo: es la parte interna del grano de cereal y sus principales valores son el zinc, la vitamina E y la B6, especialmente. Según varios estudios, la deficiencia de esta última causaría una pobre respuesta del sistema inmunitario frente a las enfermedades. Añadirlo al yogur o batidos es una buena forma de incorporarlo.
• Jengibre: combate inflamaciones, como las de garganta y también es paliativo contra las náuseas. Su gusto picante se debe al gingerol, pariente de la capsaicina que reduce los dolores crónicos.
• Kiwi: contiene folato, potasio, vitamina K y C que estimulan a los glóbulos blancos a combatir infecciones.
• Pescado graso: atún, salmón, caballa son ricos en ácidos grasos Omega-3.
• Semillas de girasol: el fósforo y magnesio son sólo dos de sus componentes, además de vitamina B6 y E, de un elevado poder antioxidante y esencial para mantener el sistema inmunológico. También lo tienen las paltas y las verduras de hojas verdes.
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